NOTICIAS

Noticias de interés para sacerdotes y cristianos en general.

AVISO. Desde el 21 de julio de 2008, todas las noticias nuevas que se vayan produciendo aparecerán solamente en la página www.sacerdotesyseminaristas.org

domingo, 3 de febrero de 2008

La ley de la Iglesia, «ley de libertad»; explica Benedicto XVI



Intervención al celebrarse los 25 años de promulgación del Código de Derecho
Canónico


Benedicto XVI explicó el viernes, 24 de enero de 2008, que la ley de la Iglesia es ante todo «ley de libertad» que tiene por objetivo la «salvación de las almas».

Fue el mensaje que dejó a los participantes en el congreso organizado por el
Consejo Pontificio para los Textos Legislativos con motivo de los 25 años de
la promulgación del Código de Derecho Canónico.

Este Código que rige actualmente la organización y vida de la Iglesia fue
promulgado por Juan Pablo II el 25 de enero de 1983. En 1990 se promulgó el
Código de los Cánones de las Iglesias Orientales.

«La ley de la Iglesia es sobre todo "lex libertatis" --aclaró el Papa--: ley
que nos hace libres para adherir a Jesús».

Por eso, aclaró, «hay que saber presentar al Pueblo de Dios, a las nuevas
generaciones, y a cuantos están llamados a hacer respetar la ley canónica,
el concreto vínculo que tiene con la vida de la Iglesia, para proteger los
delicados intereses de las cosas de Dios, proteger los derechos de los más
débiles, de los que no tienen otras fuerzas para hacerse valer».

Asimismo, según el Papa, la aplicación del Derecho en la Iglesia sirve para
«defender aquellos delicados "bienes" que todo fiel ha recibido
gratuitamente --el don de la fe, de la gracia de Dios, en primer lugar--».

Estas normas del Derecho Canónico, aclaró, no son simples normas creadas por
legisladores eclesiásticos, sino más bien «la declaración autorizada» «de
los deberes y de los derechos, que se fundamentan en los sacramentos y que
han sido por tanto instituidos por el mismo Cristo».

Esto quiere decir, subrayó, que las leyes en la Iglesia tienen como objetivo
«lograr la "salus animarum"», la salvación de las almas.

Por este motivo, señaló, la ley de la Iglesia «debe formularse de modo
claro, sin ambigüedades, y siempre en armonía con las otras leyes de la
Iglesia».

«Por tanto, es necesario abrogar las normas que están superadas; modificar
las que necesitan ser corregidas; interpretar --a la luz del Magisterio vivo
de la Iglesia-- las que son dudosas, y finalmente, colmar las eventuales
"lacunae legis"» (lagunas de la ley).

En este contexto, aclaró que el Consejo Pontificio para los Textos
Legislativos tiene el deber de velar para los distintos órganos competentes
que deben dictar normas para los fieles «puedan reflejar siempre en su
conjunto la unidad y la comunión que son propias de la Iglesia».

No hay comentarios: